Evolución del e-commerce en España

En los últimos años, el comercio electrónico en España ha experimentado un gran auge y se ha convertido en un sector clave en la economía del país. La pandemia de COVID-19 ha acelerado este proceso y ha llevado a muchas empresas a adaptarse a las nuevas formas de consumo.

Una de las tendencias más destacadas en el comercio electrónico en España ha sido el aumento del número de usuarios que realizan compras en línea. Según un informe de la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), en 2020 se registraron 23,7 millones de compradores en línea en España, un 10,9% más que el año anterior. Además, la frecuencia de compra también ha aumentado, con un promedio de 4,2 compras por trimestre.

Otra tendencia importante ha sido el crecimiento del m-commerce, es decir, las compras realizadas a través de dispositivos móviles. Según un informe de la consultora Kantar, el 63% de los usuarios de internet en España compraron en línea a través de sus teléfonos móviles en 2020, lo que supone un aumento del 14% respecto al año anterior.

En cuanto a los productos más vendidos en línea en España, la moda sigue siendo uno de los sectores líderes, seguido por los productos tecnológicos y los productos de belleza y cuidado personal. Además, la pandemia ha impulsado la venta en línea de productos de alimentación y bebidas, que se ha convertido en uno de los sectores con mayor crecimiento en el comercio electrónico español.

Por último, el sector logístico y de envíos ha tenido que adaptarse a la creciente demanda del comercio electrónico en España. Muchas empresas han mejorado sus sistemas de entrega, ofreciendo opciones como la entrega en el mismo día o en franjas horarias más amplias. Además, la pandemia ha impulsado el uso de sistemas de entrega sin contacto y la opción de recoger los pedidos en tiendas físicas.

En resumen, el comercio electrónico en España ha experimentado un gran auge en los últimos 3 años, con un aumento del número de usuarios y de la frecuencia de compra, así como un crecimiento del m-commerce y de la venta en línea de productos de alimentación. Este sector sigue evolucionando y adaptándose a las nuevas formas de consumo, y se espera que siga siendo un motor clave de la economía española en el futuro.